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Sostenibilidad en la estrategia empresarial

¿Qué visión tiene un CEO sobre la sostenibilidad en la estrategia empresarial?

El título de este post era la pregunta a la que me enfrentaba durante mi ponencia en el 35º Encuentro de la Economía y las Telecomunicaciones organizado por Ametic el pasado 1 de septiembre.

Fueron tres días, extremadamente significativos y apasionantes para el sector digital y la comunidad tecnológica española, que nos dieron la oportunidad de reencontrarnos de nuevo en la capital cántabra para hablar sobre cómo reinventarnos y afrontar el gran desafío de la recuperación económica y la transformación digital.

“Es el momento perfecto para dar ese salto cuántico digital y alcanzar cifras mayores que nos permitan mejorar como economía y sociedad.”

Después de escuchar a muchos de los ponentes, surgió en mi cabeza una afirmación que me llenó de fuerza y entusiasmo: en España contamos, sin duda, con el talento, los recursos, el liderazgo y las ganas para abordar la transformación digital de nuestro tejido empresarial.

Antes de la pandemia, tan solo el 14% de las pymes españolas tenían un plan de digitalización para acometer en sus negocios y ahora, que seguimos trabajando en el gran desafío en el que se ha convertido la crisis ocasionada por la pandemia, es el momento perfecto para dar ese salto cuántico digital y alcanzar cifras mayores que nos permitan mejorar como economía y sociedad.

Pero antes de dar ese salto, como ya adelantaba, las pequeñas y medianas empresas deben incorporar en sus estrategias empresariales un binomio fundamental: la digitalización y la sostenibilidad. Ya lo apuntaba en la mesa redonda mi compañera Helena Herrero, presidenta de HP para España, Francia, Italia y Portugal, al afirmar que nos encontramos en un momento trascendental para nuestra sociedad en el que la innovación será sostenible o no será.  Como ya sospecharéis, en esta mesa de debate del #Santander35 de Ametic, tuve el placer de rodearme de excelentes profesionales, así como de ofrecer tres claves en materia de sostenibilidad en las que necesariamente se debe trabajar para aumentar la competitividad. Hoy me gustaría reflexionar de nuevo sobre ellas:

El primer punto se centra en la concepción acerca de que la tecnología utilizada en las compañías debe ir encaminada a contribuir en que las empresas sean más sostenibles tanto en el presente como en el futuro. Una cuestión que no solo es un gesto necesario de filantropía con el planeta, sino que también tiene impacto en los resultados financieros. Nosotros, en Sage, defendemos que ser sostenibles es claramente ser rentable, hecho que no se fundamenta en opiniones personales, sino en los datos.

De esta manera, existen varias razones de peso para que las empresas sean más verdes, justas, transparentes y para que alineen su estrategia a los criterios ESG.  Ángeles Villaescusa, CEO de ESRI, compartía sabiamente la reflexión de que luchar contra el cambio climático es trabajar para tener capacidad de adaptación, esa capacidad tan necesaria en la actualidad para cambiar los flujos de trabajo, formar a la gente en capacitaciones nuevas e incluso para cambiar todo el modelo de negocio.  

Por supuesto, todo esto se debería llevar a cabo de la mano de soluciones tecnológicas que trasciendan incluso las fronteras de la propia empresa y ayuden a que el resto también se sumen a este paradigma, con el objetivo de dibujar un mundo mejor en términos económicos, sociales y ambientales.

En segundo lugar, otra de las piezas fundamentales en la que es necesario incidir es la creación de un pacto para alcanzar una brecha digital 0 que contribuya a que nadie se quede atrás. No podemos permitirnos desaprovechar el talento y el potencial humano de aquellas personas que, por no tener acceso al conocimiento en materia digital, podrían desarrollar soluciones innovadoras que pusieran fin a grandes problemas que acechan a nuestra sociedad y planeta.  Por ello, al igual que hablamos de objetivo 0 en la descarbonización, es totalmente urgente dar visibilidad y actuar para que en los próximos años este objetivo 0 de brecha digital se convierta en una realidad.

Para conseguir esta digitalización, las compañías tecnológicas tenemos mucho que aportar en cuanto a competencias y formación, herramientas e infraestructuras. Como Manuel Cermerón, CEO de AGBAR, dijo durante el encuentro “el valor social debe formar parte de la estrategia.” Solo así, a través de la colaboración público-privada, lograremos que la población esté alfabetizada digitalmente y que todos los habitantes puedan acceder de manera igualitaria a oportunidades de cualquier índole: públicas, laborales, sanitarias…

Por último, otro de los grandes desafíos a los que debemos hacer frente es la creación de una economía más justa que tenga como objeto la reducción del fraude y de la economía sumergida, la cual representa, por desgracia, un porcentaje alto de nuestra actividad económica. Tanto es así que la agenda 2050 aprobada por el Gobierno fija precisamente como uno de los objetivos principales como país reducir la economía sumergida al nivel de los países más desarrollados de la UE: en torno a un 10%. 

De hecho, ya existen iniciativas de vital importancia para paliar esta problemática, como la ley antifraude que tiene el objetivo de combatir la mala utilización de las nuevas tecnologías en lo que a materia económica se refiere, es decir, el software de doble uso.

Aunque a primera vista dé la sensación de que este punto no guarda relación con la sostenibilidad, sí lo hace, pues se calcula que la aportación del software de gestión empresarial a dicha reducción estaría en torno al 3-4% de la misma, es decir, con el PIB actual español, entre 30 y 40.000 millones de euros, constituyendo así una cuarta parte del total de los fondos europeos Next Generation que vamos a recibir para sostenibilidad y digitalización. 

Para las pymes, las nuevas tecnologías como el software certificado y la prohibición expresa del software de doble uso, o la utilización por las administraciones tributarias de data mining y técnicas predictivas, constituyen elementos importantes a la hora de percibir las ventajas de una correcta declaración de sus ingresos y gastos. Asimismo, estos garantizan los beneficios del poder competir en igualdad de condiciones y de que las reglas del juego sean las mismas y se hagan cumplir todos los casos.

Así, todo esto constituye una muestra más de que la tecnología otorga diversas ventajas a nuestra sociedad, entre las que se encuentran, la reducción del porcentaje de economía sumergida y el incremento de los ingresos públicos destinados a digitalización, innovación, políticas sociales y sostenibilidad.

Como conclusión final, solo me queda reforzar el mensaje de que la sostenibilidad va más allá del medioambiente, pues constituye el nuevo contrato social que ha de llevarnos a todos a un mundo mejor al final de esta década. Un contrato que indudablemente tiene que ser también digital, pues la digitalización es un acelerador claro de la transformación empresarial y del cambio social que persiguen los ODS y la Agenda 2030 de la ONU.  No me gustaría despedirme sin agradecer a Pedro Mier y a Ametic por organizar este fantástico encuentro, pues es sinónimo de haber sabido tomar las mejores decisiones en cada momento para sus socios y para la comunidad tecnológica española. Os invito a que visitéis la página resumen del evento y que conozcáis más.

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