En estos calurosos días de verano, tanto a los ciudadanos españoles como a los británicos les ha tocado aparcar la sana preocupación por las vacaciones propia de estas fechas y prepararse para reflexionar. Los primeros porque tienen que elegir el futuro gobierno de su país y los segundos porque el 23 de junio votan en Referéndum si quieren permanecer o no en la Unión Europea. Y como es tradicional en la antesala de toda gran decisión, se suceden los debates. Pero ¿para qué sirven los debates?
Cuando se hacen bien, es decir, cuando se cuenta con representantes de todos los sectores que se verán implicados en esta decisión, los debates se convierten en foros capaces de orientar a los indecisos. Si, por algún motivo, el debate se plantea como un simple intercambio de argumentos entre partidarios y detractores de una u otra posición, el diálogo se convierte en discusión confusa.
Abogamos por esta visión del debate en las últimas elecciones generales que se celebraron en España, dando voz a las demandas que pymes y autónomos tenían para el nuevo gobierno. Y lo volveremos a hacer en los comicios previstos en nuestro país para el próximo 26 de junio porque defender los intereses de estos colectivos es prioridad para Sage.
De cara al Referéndum del Brexit también lo hemos hecho así, en este caso no sólo escuchando lo que tienen que decir las pymes españolas, también prestándonos como altavoz y oídos de las preocupaciones del resto de las pymes europeas y de las británicas en particular: Ellas representan el 99% del tejido empresarial de la Isla. Ellas son las que van a decidir su futuro y el de los europeos.
¿Y qué opinan sobre el Brexit las pymes de Reino Unido? El 38% apuesta por quedarse, el 31% por abandonar y todavía un 30% se declara indeciso ante este cruce de caminos. Sobre todo para ellos, para los indecisos, Sage ha celebrado esta semana el segundo debate sobre la UE. Liderado por Stephen Kelly, CEO de Sage Internacional, y Brendan Flattery, presidente de Sage Europa, en este foro no sólo han tenido cabida detractores y partidarios del Brexit, también pudieron alzar su voz las pymes británicas que, en su mayoría, se han sentido ignoradas por el Gobierno de David Cameron.
Defensores del Brexit como Matt Ridley, periodista de prestigiosas publicaciones como Times o Wall Street Journal, consideraron que ya es hora de que Reino Unido tome las riendas de su destino y abandone la UE, una comunidad en crisis que, a su juicio, lastra el crecimiento comercial y la innovación en la Isla, que atraería más talento como país extracomunitario que ahora y que considera sería, de vencer el sí al Brexit, un lugar más próspero para las startups tecnológicas.
Partidarios de quedarse como Lucy Armstrong, propietaria de un negocio familiar en Reino Unido, aseguran que, cuando el jueves 23 de junio acudan a las urnas a votar sobre el Brexit, lo harán pensando en su familia y en todos los trabajadores que dependen de sus empresas. Advierten de que las verdaderas consecuencias del Brexit las vivirá la próxima generación, quizá la siguiente.
Y a lo largo de todo este apasionante debate, más preguntas que respuestas. Muchas que no se podrán responder a ciencia cierta hasta que la decisión esté tomada y veamos los colores del nuevo escenario. ¿Qué futuro político tiene la Unión Europea tras los sonoros fracasos que ha protagonizado al intentar afrontar crisis de emigración Siria? ¿Pagarán los pequeños y medianos negocios más impuestos dentro o fuera de la UE? Si la UE genera tantos empleos ¿Por qué tienen algunos países del continente tasas tan altas de paro, sobre todo entre los más jóvenes?
Al comienzo del debate, una encuesta realizada entre los asistentes mostraba a un 63% de partidarios de quedarse, un 16% de partidarios de irse y un 21% de indecisos. Otro sondeo realizado al terminar este encuentro organizado por Sage, hablaba de un 58% defensores de que Reino Unido se quede en la UE, un 27% de futuros votantes a favor del Brexit y a 14 indecisos. Parece que los debates cuentan, que pueden contar a la hora de ayudar a decidir el voto de los que no tienen una opinión cerrada. Que incluso pueden ser eficaces a la hora de cambiar el parecer de otros que creían tenerlo claro, siempre que se planteen correctamente: como foros donde escuchar todas las voces.
Como ocurre, en cierto modo, con las segundas elecciones generales en España, en el Referéndum sobre el Brexit las cosas no están nada claras. Cada palabra cuenta, cada gesto, cada reflexión. Tanto las empresas internacionales como las pymes debemos estar pendientes de lo que suceda el próximo 23 de junio en el país del norte porque, de su voto, dependerá el futuro de todos.
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