Recuerdo con entusiasmo mis primeros pasos digitales. La aparición de los primeros dispositivos, el comienzo de la tecnología de actual vanguardia, la importancia de la aparición de la World Wide Web… Me resulta asombroso recordar la primera vez que hice uso de ella sin siquiera imaginar a dónde podría llegar. En ocasiones me paro a recapitular el avance digital que hemos vivido en los últimos 30 años, desde lo absolutamente desconocido, hasta ahora, donde, aunque queda mucho trabajo por hacer en muchos aspectos, la digitalización está a la orden del día y es un punto central del desarrollo diario tanto social como gubernamental.
Es necesario aceptar que debemos abandonar patrones establecidos y apostar por la vía de la digitalización. Puede que esto no nos permita determinar con exactitud el futuro – actualmente no se conocen los límites de la IA, al igual que no se pudo conocer lo determinante de la aparición de internet – pero es necesario establecer unas bases que deben estar en constante cambio y adaptación para garantizar una prosperidad digital a la altura. Ya no existen dudas de que la transformación digital y la digitivación son el camino.
En unos años de cambios como han sido los actuales, ha quedado demostrado la necesidad que tenía la sociedad de dar este paso hacia una sociedad más digital. Sin embargo, a pesar de encontrarnos en el camino, todavía queda mucho por recorrer y debemos poner especial foco en las decisiones que tomamos. Tal y como he afirmado en anteriores ocasiones, la recuperación económica debe escribirse en clave digital y, para ello, debemos trazar un roadmap que dé respuesta a los desafíos en los que estamos inmersos. Esta afirmación me hace retomar las 10 Líneas de Trabajo que detecta el Libro Blanco de AMETIC para el Desarrollo de Competencias Digitales en una sociedad altamente formada en este tipo de competencias.
“La recuperación económica debe escribirse en clave digital y, para ello, debemos trazar un roadmap que dé respuesta a los desafíos en los que estamos inmersos.”
Más en profundidad, debemos utilizar estas Working Packages con la finalidad de dar respuesta los grandes retos y objetivos a nivel país en competencias digitales. Para ello, me gustaría ofrecer un breve análisis de estos 10 puntos:
En primer lugar, AMETIC destaca la necesidad del refuerzo de las competencias para el personal docente en la era digital. En este punto, se concibe la tecnología como elemento facilitador del cambio, como palanca de transformación de la educación y para ello determina la importancia de dotar a los docentes de las herramientas, recursos y metodologías necesarias para estar a la altura. Los niños de hoy son los adultos del mañana y, como tal, debemos ofrecerles una educación digital a la altura de los desafíos venideros.

La segunda línea de trabajo establece las líneas de actuación para la formación de directivos españoles de forma que puedan liderar en la era digital a la que nos dirigimos. Es de vital importancia que un líder sea resiliente y desarrolle capacidades en áreas como el management skills poniendo especial foco en hard skills como las tecnologías habilitadoras y la innovación. Tan solo así será capaz de dirigir la transformación digital de su empresa y, de forma transversal, de su equipo.
La tercera línea de trabajo es una de las más importantes. El motor de nuestro país son las pymes y, como tal, la necesidad de digitivación debe ser un punto primordial para garantizar la recuperación económica. Las Competencias digitales para Pymes deben estar a la orden del día de las necesidades de cada empresa y constituir una ruta de cambio hacia su propio beneficio y prosperidad económica.
“El motor de nuestro país son las pymes y, como tal, la necesidad de digitivación debe ser un punto primordial para garantizar la recuperación económica.”
Sin embargo, la digitalización agigantada de los últimos meses ha supuesto un reto para la ciudadanía. No todo el mundo ha sido capaz de seguir el ritmo de este cambio drástico y, para conseguir ser una sociedad digitalizada, no debemos descuidar ninguna parte de la sociedad. La cuarta línea determina esto mismo, que debemos encargarnos de cerrar las brechas digitales en todos los entornos, especialmente de los colectivos más vulnerables. Además, esta necesidad hila con otra de las working packages de AMETIC: el desarrollo de capacidades digitales en jóvenes. Por medio de distintas formaciones y líneas de actuación, se dotará a los jóvenes de una educación digital a la altura de las actuales necesidades. Los trabajadores del mañana deben estar preparados para establecer estrategias digitales y desempeñarse en la era de la digitalización.
Para avanzar conjuntamente, los sectores públicos y privados deben trabajar unidos. Por este motivo, tanto las organizaciones como las administraciones públicas deben actuar como catalizador de la innovación y ser eficientes para con el ciudadano y las empresas. Para garantizarlo, es necesario asegurar una transformación que no ponga impedimentos a la realización de ningún trámite de manera electrónica y se facilite una correcta gestión.
“Tanto las organizaciones como las administraciones públicas deben actuar como catalizador de la innovación y ser eficientes para con el ciudadano y las empresas.”
Finalmente, AMETIC destaca tres líneas de trabajo más: el modelo de emprendimiento, incubación y aceleración digital, el desarrollo del Centro de Certificación de profesiones digitales y el Observatorio del talento digital y portal de comunicación. Estas tres líneas persiguen un objetivo común: ir más allá. No se trata de formar y asegurar que toda la ciudadanía y las empresas puedan manejarse digitalmente, sino que estas tres líneas ponen foco en el mañana, en fomentar un ecosistema nacional que permita el desarrollo y reconocimiento de la transformación digital en el país con el paso del tiempo. Esto no es un cambio puntual, sino que debe ser una carrera de fondo.
Me gustaría destacar como conclusión final que tenemos ante nosotros grandes retos para transformarnos digitalmente de forma satisfactoria y plena. Sin embargo, debemos formar y educar en competencias digitales, cerrar todas las brechas que un desempeño de este tipo pueda ocasionar y, a su vez, no perder el foco en seguir trabajando en términos de transformación digital. Lo que hoy es tendencia, con el avance de la tecnología, mañana puede estar obsoleto. Tan solo otorgando herramientas que garanticen igualdad de condiciones y que no dejan a ningún colectivo atrás, podemos asegurarnos una recuperación económica y un futuro próspero.
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