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Fondos y ayudas: la vacuna para las PYMES

Cada año, cuando se acerca el final, los diferentes diccionarios de prestigio se adentran en la batalla oficiosa de condensar los últimos 12 meses en la palabra que marca el rumbo de ese periodo, hecho que genera sorpresa y, en muchas ocasiones hasta debate. Sin embargo, con la llegada de la COVID-19, la controversia prácticamente ha quedado mermada: a nadie le causó estupor conocer que la palabra del año 2020 fue “confinamiento”, y, probablemente, todos intuíamos que el protagonismo del 2021 se le adjudicaría al sustantivo “vacuna” – hecho que ya ha respaldado el Diccionario Oxford. No obstante, si se me permite el símil, la COVID- 19 ha evidenciado que en España se necesitan muchas más vacunas además de la destinada a luchar contra la pandemia sanitaria.

Actualmente, gestionar una pequeña o mediana empresa en nuestro país es especialmente arduo por la debilitación de la economía y el escenario de transformación y renovación constante al que estamos haciendo frente.  Por este motivo, dirigir la mirada hacia otro lado y no tenderles la mano bajo ningún concepto puede ser una opción. De hecho, tan solo es necesario valorar el potencial con el que cuentan para reafirmarnos en que son una palanca de reactivación y recuperación económica y social, tanto en el corto como en el largo plazo.

“La fórmula para que las pymes crezcan y puedan competir en el entorno digital y global, reside necesariamente en la adopción del binomio digitalización-sostenibilidad.”

Siendo plenamente conscientes de la actualidad transformadora a la que nos toca enfrentarnos, no me cabe duda de que la fórmula para que las pymes crezcan y puedan competir en el entorno digital y global, reside necesariamente en la adopción del binomio digitalización-sostenibilidad. Dos términos que, hoy por hoy, no solo se complementan, sino que  se erigen como las dos caras de una misma moneda cuyos beneficios se hacen tangibles en la actividad empresarial.

Por una parte, en cuanto a la digitalización, acorde al informe Sociedad Digital en España 2020-2021 elaborado por Fundación Telefónica, optar por ella como herramienta podría incrementar la productividad de las pymes entre un 15% y un 25%. Asimismo, aquellos pequeños negocios que se atrevan a adentrarse en iniciativas de eficiencia energética, medición de huella de carbono, economía circular, etc., serán testigos de un impacto positivo que no solo repercute directamente en su negocio, sino que también lo hace en el entorno que las rodea, adquiriendo un papel clave en el desarrollo de la economía sostenible.

Sin embargo, no solo me gustaría exponer los beneficios y ventajas de manera idealista, sino que también creo necesario señalar las piedras en el camino a las que deben hacerse frente. Unas dificultades que se hacen patentes a través de datos como que solo el 13% de las pequeñas y medianas empresas en España se encuentran en fase avanzada de digitalizacióndato de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) – o que únicamente el 78% de las pymes conoce la Agenda 2030 frente al 97% de las grandes empresas – dato del informe “La contribución de las empresas españolas a los objetivos de desarrollo sostenible” de Pacto Mundial de Naciones Unidas España.

“Los pequeños y medianos empresarios y autónomos perciben este binomio como un proceso especialmente complejo para el que carecen de capacidades, formación y tiempo para asegurarse de la correcta implementación en sus negocios.”

Al ser conocedor de esta realidad, por mi cabeza rondó un interrogante que posiblemente tú también compartas: ¿por qué las pymes siguen rezagadas en esta nueva era digital y sostenible? Tras darle un par de vueltas, la respuesta a esta incógnita la resumía un simple término: la percepción. Los pequeños y medianos empresarios y autónomos perciben este binomio como un proceso especialmente complejo para el que carecen de capacidades, formación y tiempo para asegurarse de la correcta implementación en sus negocios. Por tanto: ¿es adecuada la interlocución que se está ejerciendo entre las instituciones públicas y las pymes? La respuesta parece confirmarse con datos: según la encuesta realizada por Gestores Administrativos, tan solo el 14% de las pequeñas y medianas empresas prevén solicitar los Fondos Europeos Next Generation.

“Si queremos asistir a una transformación de la economía que la vuelva más competitiva y beneficiosa para todos, no podemos dejar a las pymes atrás.”

Con todo, las incansables barreras burocráticas y administrativas, así como la falta de entendimiento acerca de cómo solicitar las ayudas están erosionando el ánimo de este tipo de compañías a la hora de acceder a estas prestaciones. Es innegable que la celeridad y la concreción deben emanar en primer lugar de los organismos públicos. Para ello, la administración debe ser plenamente consciente de las necesidades y limitaciones del mundo pyme y, además, debe revisar sus políticas para garantizar una mejora significativa en la comunicación con estas. De hecho, incluso en algunos casos, debe replantearse ser más flexible y la facilitadora en las medidas necesarias para optar a las mismas.

Si queremos asistir a una transformación de la economía que la vuelva más competitiva y beneficiosa para todos, no podemos dejar a las pymes atrás y es que, su apuesta por la digitivación podría contribuir a que el PIB creciera un 1,8% más de forma anual hasta 2025.

Con esta perspectiva y estos datos sobre la mesa, no me cabe duda de que acercar los fondos y ayudas a las PYMES será la vacuna de la recuperación económica.

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