La inteligencia artificial (IA) es una de las tendencias tecnológicas más destacadas y referidas. A diario hacemos uso de ella inconscientemente. Cuando activamos el texto predictivo de WhatsApp o cuando le preguntamos a Asana dónde está el restaurante japonés más cercano estamos interactuando con ella. Sin embargo, su implementación profesional en la empresa está demostrando ser complicada.
En la empresa española esta tecnología todavía es más futuro que presente por la falta de un modelo de negocio claro y la escasez de talento. Este es el escenario que dibuja el estudio “Realidad y perspectivas de la IA en España 2018” elaborado por PwC y Microsoft, que ha tomado como referencia 30 grandes empresas y concluye que el 80 % entiende que la IA no es un conjunto de iniciativas aisladas, sino una tecnología que a largo plazo “supondrá cambios muy disruptivos para los negocios”.
Los usos de tipo recreativos de la inteligencia artificial nos hacen pensar que está en estado avanzado, pero lo cierto es que su desarrollo es todavía embrionario. A nivel empresarial, las aplicaciones de la inteligencia artificial son incontables. Permitirá, por poner un ejemplo, predecir las acciones de marketing más adecuadas, identificar a los clientes dispuestos a contratar un producto o a aquellos insatisfechos. Estos cambios disruptivos llevarán a las empresas a conocer niveles de competitividad y rentabilidad nunca antes experimentados por la capacidad de tomar las decisiones más acertadas en tiempo (casi) real.
La falta de talento, un freno en la implementación de la inteligencia artificial
La tecnología avanza a pasos agigantados, más rápido que la propia sociedad y que, por supuesto, nuestra capacidad de renovación como figura laboral. Esta escasez de talento (sólo un 11 % de las empresas cuenta con el personal cualificado necesario para poner en marcha iniciativas de inteligencia artificial) es reflejo de la inalcanzable velocidad del desarrollo tecnológico y una barrera que debemos derribar.
Lo he dicho en reiteradas ocaiones: la educación y la formación deben transformarse para adaptarse a la demanda de empleo de hoy y de mañana. Si no construimos la fuerza profesional del futuro con una sólida base tecnológica el conjunto empresarial no podrá avanzar al ritmo exigido y, por tanto, estaremos sentando las bases para a medio y largo plazo tener un tejido empresarial no competitivo para un mercado ya global y que habla en lenguaje digital.
Por ello, hago un llamamiento conjunto a José Guirao, ministro de Educación, Cultura y Deporte, y Francisco Polo, secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, para que desde las instituciones públicas se replantee la hoja de ruta digital y se adapte el proyecto educativo y formativo a las habilidades que serán indispensables en la era de la transformación digital.
El botón de alarma sobre el impacto de la IA en el mercado laboral ha sido pulsado y el temor a que los robots nos quiten el empleo es extendido. Sin embargo, no debemos ser alarmistas. Un estudio de PwC refleja que debemos mantener la calma, ser responsables con el futuro próximo y reciclar nuestras competencias ya que la inteligencia artificial no tendrá un impacto significativo en el mercado de trabajo español más allá de 2030.
La empresa comienza a aplicar la inteligencia artificial
A la falta de talento y la ausencia de un modelo de negocio claro que permita conocer cuál va a ser el retorno real de la inversión se suma un obstáculo que, a mi parecer, es alarmante. Se trata de la ausencia de un liderazgo claro que impulse estas iniciativas y lidere el cambio cultural.
Hace muy poco en el blog ya hablamos de la importancia de la figura del líder digital para evolucionar hacia la empresa digital con equipos de dirección colaboradores y comprometidos con la transformación digital. La ausencia de este tipo de liderazgo es, desde mi punto de vista, el principal obstáculo que debemos sortear para que la implementación de iniciativas de Inteligencia artificial llegue a buen puerto.
El lado positivo del estudio es que, pese a estas barreras, más de la mitad de las empresas españolas está intentando, en mayor o menor medida, sacar partido de la IA. El 46 % está trabajando en proyectos piloto y un 11,5 % ya está viendo los resultados en tres principales ámbitos: satisfacción del cliente, reducción de costes y toma de decisiones.
Principales aplicaciones de la Inteligencia Artificial
Según el estudio de PwC y Microsoft, las dos aplicaciones de Inteligencia Artificial con más potencial para la empresa son el análisis predictivo, que permite anticipar comportamientos y condiciones futuras en base a la información actual, y el reconocimiento por lenguaje y voz. Le siguen el machine learning y los chatbots, cuyo uso está mucho más extendido, está cambiando sustancialmente la manera de hacer negocios y es uno de los principales aliados de la PYME.
En conclusión, no falta voluntad empresarial, pero sí profesionales. Según SAS, sólo el 20 % de las empresas europeas están preparadas para esta tecnología. Al igual que la energía, el trabajo ni se crea ni se destruye, se transforma, y los proyectos educativos deben hacerlo también.
La inteligencia artificial permite potenciar la capacidad productiva y aprovechar mejor el talento de los trabajadores en tareas de mayor valor añadido, lo que se traducirá en crecimiento económico tanto empresarial como del país.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!