En un minuto en Internet se envían 18 millones de mensajes de Whatsapp, se ven 4,3 millones de vídeos en Youtube o se envían 481.000 tuits. Hoy, los datos lo son todo. Afectan a todas las empresas, independientemente de su tamaño y su ámbito de negocio, y se generan a una velocidad y con un volumen nunca antes experimentada. Las compañías recolectan, almacenan, procesan e incluso intercambian información, pero la pregunta del millón de muchas empresas es: ¿qué hago con todos los datos? La respuesta se resume en una sola palabra: infonomía.
La infonomía es una disciplina se refiere a la gestión inteligente de la información, de los datos. Sin embargo, el proceso es complejo y supone un gran reto operacional para el que la gran parte de las empresas no están preparadas ya sea por falta de personal cualificado, por recursos o por ambas razones.
El rastro, los datos personales que dejamos en cada click de ratón que hacemos es inmensurable. Gracias a la herramienta Google Takeout te puedes bajar una copia de seguridad con todos los datos de tus aplicaciones de Google y hacerte una idea de cuánto sabe de ti el gigante Google.
Si haces el ejercicio te sorprenderá, primero, el tamaño del archivo (varios gigas) y, después, la naturaleza de los datos: historial de ubicaciones por cronología, búsquedas en la web, agenda telefónica, archivos que has subido a la nube (incluso los que has borrado). Además, genera un perfil con todos tus intereses que puedes ajustar.
Los datos, generadores de la nueva economía de la información
En un futuro no muy lejano, el valor de las empresas estará tasado en el valor de los datos de los que son propietarios. Esta es ya la realidad de las empresas nativas digitales para las que los datos son su activo empresarial más valioso. La información está generando una nueva economía en la que el dato es la columna vertebral.
De hecho, es precisamente la monetización del dato lo que ha provocado el nacimiento de empresas como Uber, Glovo, Wallapop o Cabify, que basan la innovación en el uso del dato de manera rentable y efectiva para obtener un beneficio económico cuantificable.
Consolidadas tecnologías como el cloud computing y emergentes como el machine learning o la inteligencia artificial permiten a las empresas procesar y organizar enormes cantidades de datos casi en tiempo real. Los CRM son sistemas cada vez más utilizados por las PYMES tanto para definir sus estrategias de relación con clientes como para incrementar la información disponible sobre ellos y crear así más vínculos y, por tanto, mayor grado de satisfacción.
La infonomía requiere de profesionales de la información
Como empresa, ¿de qué me sirve tener los datos si no sé qué significan y cómo utilizarlos de la manera rentable y efectiva? La infonomía es una disciplina con un crecimiento exponencial (como el de los datos) y las compañías requieren profesionales cualificados.
El valor añadido reside en traducir los datos brutos en información y ésta en conocimiento que te aporte una ventaja competitiva. El Data Science permite analizar un flujo de información para convertirlo en información jerarquizada y, es en ese punto, en el que el dato adquiere su valor.
La información que los expertos en Data Science extraen de los datos permite a los directivos tomar decisiones estratégicas fundamentadas y anticipadas y a los profesionales del marketing personalizar todas sus acciones.
La gestión de datos conlleva una responsabilidad: la privacidad
No podemos obviar que hablar de la gestión y monetización de datos lleva implícito una responsabilidad: la garantía de su privacidad y seguridad y el cumplimiento con las regulaciones legales. Las reglas del juego en Europa las establece el RGPD, una normativa que da mayor amparo al usuario y exige a las empresas ser más proactivas en el tratamiento de la información.
La ética y la transparencia en el tratamiento corporativo de los datos debería ser una obligación moral de las compañías y no una obligación legal ya que una correcta gestión de los mismos significa generar una relación de confianza con clientes y proveedores.
Termino el post de esta semana con una reflexión obvia: hablar de gestión y procesamiento de datos no tiene sentido en una empresa no digitalizada. Las PYMES deben abordar ya su proceso de transformación digital para poder competir en un mundo hiperconectado que se mueve y entiende en datos. La digitalización es indispensable para la supervivencia y para poder explotar el poder de los datos.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!