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Los fondos europeos, la otra vacuna.

Esta semana me siento especialmente optimista. Con el Día de Europa a la vuelta de la esquina, me pongo a pensar en los valores de una institución que, si bien muchos dicen creerla muerta, yo la veo llena de esperanza y ganas de afrontar el futuro.

La actuación de la UE durante la pandemia ha tenido sus defensores y detractores. Sin embargo, lo que a mí me ha hecho sentir es unidad, hermandad, seguridad. Y una Europa en la que los ciudadanos somos más escuchados que nunca.

El 9 de mayo, en conmemoración de la Declaración de Schuman de 2950, arranca oficialmente la Conferencia sobre el Futuro de Europa. La intención de Von der Leyen era que comenzara el año pasado, pero, una vez más, el dichoso virus se interpuso en los planes. Por eso este año yo cojo esta iniciativa con más ganas que nunca, y seguro que no soy el único.

Nos encontramos ante una oportunidad excepcional de redibujar el futuro. No sólo para atenuar los terribles efectos de la pandemia de la COVID-19 y relanzar la economía española, sino para ir más allá y transformarla.

“Nos encontramos ante una oportunidad excepcional de redibujar el futuro.”

La otra vacuna

El conocido como Plan Europeo de Recuperación tiene previsto inyectar en los próximos seis años 750.000 millones de euros en las economías de la Unión Europa, entre préstamos y subvenciones. De esa cantidad, a España le corresponden según el plan inicial 140.000 millones de euros (72.700 en subvenciones a fondo perdido y 67.300 en préstamos), aunque podría recibir 10.000 millones más en transferencias por el empeoramiento de las previsiones macroeconómicas. Estas cifras son, sin duda, motivo de irradiar esperanza, pues se tratan de magnitudes nunca hasta ahora vistas en la historia europea reciente.

Para asegurarse de que estos fondos caen en buen saco, la Unión Europea ha exigido que las ayudas se apliquen en tres pilares:

Digitalización

Transición ecológica

Reindustrialización

Digitalización de las PYMES

Existe una percepción generalizada de que la digitalización puede traer más perjuicios que beneficios, lo que hace que muchos empleados y empresas sean reactivos a la hora de incorporar nuevas tecnologías en su día a día. En este contexto, el upskilling digital de los empleados, que está demostrando ser muy eficaz para romper estas barreras, es fundamental en cualquier iniciativa de digitalización de calado.

El modelo productivo español está basado en pymes principalmente. Es indispensable recordar este dato, pues, la digitalización de estas son CRÍTICAS para avanzar hacia una digitalización real. Y si bien estas han dado un impulso el último año en sus procesos de digitalización, sus procesos internos siguen siendo, en muchas ocasiones, tradicionales. El potencial es inmenso, debemos aprovechar la oportunidad de los fondos para, de una vez por todas, lograr un tejido empresarial digital y moderno.

“El potencial es inmenso, debemos aprovechar la oportunidad de los fondos para, de una vez por todas, lograr un tejido empresarial digital y moderno.”

Fuente: PWC

Repaso las medidas una y otra vez, y siento que los fondos europeos son el pequeño empujón que necesitábamos para que todos los agentes implicados– y no solo unos cuantos que llevamos abogando por ello durante años- abran los ojos y abracen esta oportunidad única.

Hoy me siento lleno de esperanza, intentando alejar la vista del año terrible que hemos vivido e intento enfocarla en el futuro, que viene cargado de propuestas. Un futuro que, gracias a la Unión Europea, nos va ayudar a centrar los esfuerzos en ejes trascendentales para cambiar tanto las empresas, las administraciones, y, por supuesto la sociedad.  

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